Introducción
La hemorragia digestiva es una de las patologías más frecuente que precisan estudio y tratamiento por parte de los especialistas en aparato digestivo. Las causas más frecuentes suelen ser úlceras gástricas o duodenales, varices esofágicas, lesiones vasculares o neoplasias gastrointestinales. Presentamos el caso de un paciente con hemorragia digestiva alta de etiología infrecuente.
Caso clínico
Varón de 62 años actualmente exfumador y exbebedor que presenta clínica de disuria, hematuria y pérdida de peso observándose en cistoscopia tumoración vesical que es resecada. Tras extirpación de lesión vesical presenta hemorragia digestiva manifestada como melenas con anemización severa precisando transfusión de hasta 10 concentrados de hematíes en 72 horas. Se realiza endoscopia oral observándose en cámara gástrica múltiples lesiones vasculares sobre placas sobrelevadas y ulceradas en fundus y cuerpo gástrico (Figura 1), algunas de ellas con sangrado activo donde se aplica esclerosante. Se toman muestras de estas lesiones. El estudio histológico informó de la presencia de focos de hemorragia junto con material necrótico que engloba células atípicas correspondientes a carcinoma. El estudio anatomopatológico de la lesión vesical fue informado como carcinoma urotelial indiferenciado, infiltrante y con invasión vascular. En TAC tórax-abdomen se apreció marcado engrosamiento mural de aspecto mamelonado que afecta a toda la pared vesical compatible con neoplasia vesical evolucionada observándose además múltiples metástasis pulmonares, con derrame pleural bilateral y neumotórax, metástasis hepáticas y múltiples implantes gástricos y esplénicos (Figura 2). Presenta episodio de fallo respiratorio con parada cardiorrespiratoria produciéndose el fallecimiento del paciente.
Discusión
Las metástasis gástricas de una neoplasia extradigestiva son poco frecuentes, con una incidencia estimada en autopsias de pacientes con primitivo conocido, variable entre un 1,7% y 5%[1]. Las neoplasias malignas primarias que metastatizan más comúnmente en el estómago son los carcinomas de pulmón, mama, urotelial y melanoma[2]. Mediante endoscopia pueden evidenciarse como lesiones polipoideas pediculadas o en placa, única o múltiples; por lo general, de pequeño tamaño y localización submucosa, comprometiendo o no la mucosa, con una ulceración en el vértice comparable a la forma de un volcán. El diagnóstico diferencial endoscópico se plantea con el leiomioma ulcerado, tumor del estroma gastrointestinal, carcinoide, linfoma, sarcoma de Kaposi, granuloma eosinófilo y páncreas heterotópico[3]. Los síntomas más frecuentes son dolor, hemorragias, vómitos y anorexia. El carcinoma urotelial es considerado la quinta causa más frecuente entre las neoplasias malignas del sexo masculino. Metastatizan principalmente en ganglios linfáticos regionales, pulmón, hígado y hueso. En una serie de 367 autopsias de pacientes con carcinoma urotelial sólo se hallaron 6 casos con presencia de metástasis gástricas[4].