Introducción
La sarcoidosis es una enfermedad crónica multisistémica de etiología desconocida que se caracteriza por la presencia de granulomas epiteloides no caseificantes en el tejido afecto. Aunque esta patología puede afectar a cualquier tejido la localización peritoneal aislada es realmente rara[1].
Caso clínico
Varón de 65 años que ingresa por dolor abdominal difuso y aumento del perímetro abdominal de varias semanas de evolución. A la exploración presentaba semiología de ascitis y dolor abdominal a la palpación en fosa iliaca derecha sin signos de peritonismo. En la analítica destacaba PCR 5.5 mg/dl, VSG 25 mm/h, LDH 629 UI/ml, albúmina 2870 mg/dl y CA 125 161 UI/ml. Serología VHC, VHB, VIH y mantoux negativos. Presentaba un líquido ascítico compatible con exudado, predominio momonuclear, ADA normal, sin datos de peritonitis bacteriana y cultivo de bacterias y micobacterias negativos. En la TAC de tórax-abdomen con contraste iv no se objetivaron hallazgos a nivel torácico pero a nivel abdominal se observó engrosamiento del peritoneo con implantes peritoneales y múltiples adenopatías mesentéricas y celiacas (Figura 1). Con estos hallazgos se procedió a la toma de biopsia ganglionar y peritoneal a través de laparoscopia cuyo estudio histológico informó de la presencia de múltiples granulomas epiteliales no caseificantes. El cultivo para micobacterias de las biopsias fue negativo. Tras los hallazgos se solicito determinación de ECA que apareció elevado (ECA 20.4 UI/ml). Se llegó al diagnóstico de sarcoidosis peritoneal instaurándose tratamiento con prednisona vía oral 1 mg/Kg/día iniciándose a 60 mg/día durante 2 semanas y posteriormente descendiendo 5 mg/día semanalmente realizando el tratamiento durante 12 semanas, también realizó tratmaiento con calcio/vitamina D (1500 mg/400 UI/día) y omeprazol 20 mg/día durante el tratamiento con prednisona. Tanto el dolor abdominal como la ascitiss fueron disminuyendo de forma progresiva hata la resolución tras finalizar el tratamiento.
Discusión
La afectación gastrointestinal de la sarcoidosis es poco frecuente (1% de todos los casos), pero la localización aislada a nivel del peritoneo es una patología muy infrecuente. Hasta el año 2008 sólo se habían publicado 36 casos de sarcoidosis peritoneal, de estos, sólo 16 casos presentaban afectación exclusivamente a nivel peritoneal[2]. Suele aparecer entre la segunda y cuarta década de la vida con una mayor incidencia en mujeres y en raza negra. La presencia de ascitis y el dolor abdominal suelen ser las manifestaciones clínicas más frecuentes, aunque puede aparecer obstrucción intestinal o incluso derrame pleural. La TAC de abdomen es la principal técnica de imagen que nos permite detectar la patología peritoneal y en esta entidad pone de manifiesto la presencia de ascitis e infiltración de los tejidos blandos[3]. El diagnóstico diferencial debe realizarse principalmente con enfermedades neoplásicas, como la carcinomatosis peritoneal, y con otras etiologías no neoplásicas como son la tuberculosis, amiloidosis, gastroenteritis eosinofílica o fibromatosis peritoneal[4], [5]. Es esencial excluir la tuberculosis peritoneal incluso en el contexto de mantoux negativo. El marcador tumoral CA-125 y la ECA suele estar elevados. La laparotomía o laparoscopia siempre es necesaria para revelar la afectación del peritoneo y para tomar biopsias del tejido afectado. La presencia de granulomas epiteliales no caseificantes en el estudio histológico confirma el diagnóstico. La mayoría de los casos de sarcoidosis peritoneal evoluciona favorablemente de forma espontánea o tras un ciclo de corticoides a dosis de 1 mg/kg/día[6].


