CORRESPONDENCIA
António Correia Varela Almeida
Complejo Hospitalario de Especialidades Juan Ramón Jiménez
Huelva
Cuerpo
Varón de 18 años sin antecedentes personales de interés, que tras cuadro de febrícula de días de evolución, comienza con odinofagia y disfagia parcial a sólidos y líquidos por lo que consulta a urgencias, decidiéndose su ingreso hospitalario. Los primeros días de ingreso el paciente sigue empeoramiento progresivo de disfagia tolerando solamente dieta líquida. Hemograma, bioquímica e inmunoglobulinas normales. Estudio serológico positivo para V. Herpes I+II IgM y negativo para VEB, CMV, VIH, toxoplasma y anticuerpos heterófilos. Se realiza una endoscopia oral al tercer día del ingreso (Figura 1). Durante el procedimiento se toman biopsias para estudio histológico (Figura 2). Finalmente se establece el diagnóstico de esofagitis herpética por VHS en adolescente inmunocompetente. Se inicia tratamiento con aciclovir vía oral con buena respuesta y cinco días después el paciente tolera dieta blanda procediéndose al alta. Se revisa el paciente en consultas un mes después encontrándose asintomático y se solicita analítica con serología y nueva endoscopia de control. Se realiza la endoscopia (Figura 3) y serología de control donde se constata la positividad de los anticuerpos IgG V. Herpes I+II y la negatividad de los anticuerpos IgM.
Figura 1
Mucosa denudada de forma geográfica con ulceraciones longitudinales y serpinginosas con pseudomembranas blanquecinas y friables en su superficie extendiéndose a lo largo del tercio inferior esofágico.
Discusión
Discusión La esofagitis herpética en individuos inmunocompetentes es una entidad rara que debe sospecharse clínicamente por el inicio agudo y presencia de una triada sintomática consistente en odinofagia, dolor retroesternal y fiebre[1], [2]. Las lesiones herpéticas durante la exploración endoscópica suelen localizarse en el tercio distal y medio. En su inicio se trata de lesiones vesiculares de escasos milímetros de tamaño, capaces de congregarse y adquirir un patrón reticular. Sin embargo, el aspecto endoscópico más usual es el de úlceras superficiales, de 1-3 mm, de aspecto en sacabocados o en volcán, bien delimitadas, de amplia base y de fondo eritematoso o cubiertas por un exudado blanquecino[3], [4]. Dado que el VHS infecta de un modo preferente las células epiteliales puede ser difícil un diagnóstico histológico o cultivo fiable. Específicamente, en nuestro caso, el diagnóstico del paciente se ha establecido en base a la clínica, a los hallazgos endoscópicos y serológicos. Además, también ha apoyado el diagnóstico la buena respuesta al tratamiento antiviral.




